Entre estos errores el mayor ha sido quizá el que empezó hace muchos siglos cuando un/a "iluminad@" dijo que el hombre era una imagen de Dios. Desde entonces, el hombre se ha creído superior y ha vivido de acuerdo con esta concepción antropocéntrica. Hoy en día cuando vemos que todo lo que nos rodea y que no había sido creado por nosotr@s, ha sido alterado y muchas veces destruido; cuando vemos que lo que nosotr@s hemos creado, tampoco es perfecto ni mucho menos, ni siquiera para l@s human@s, algun@s comenzamos a cuestionarnos esa antigua visión del mundo.
Sólo somos otra especie animal más.
Partiendo de que no somos más que cualquier otro ser vivo, que sólo somos otra especie animal más y que ser más inteligente (lo cual se podría poner en duda) no quiere decir que seamos superiores, descubrimos el mayor crimen del universo, la explotación, tortura, humillación y muerte desde hace milenios por parte de unos pocos individuos, de todas las especies, incluso en la suya propia.
El antropocentrismo o creencia en la supremacía de la humanidad respecto a los demás seres, es un terrible error (al igual que cualquier otro tipo de creencia en la superioridad de algo o alguien).
Si llegamos a este punto, considerándonos iguales en derechos al resto de los seres que nos acompañan en este mundo, nuestra actitud respecto a ello dependerá de nuestras conciencias. Desde luego podemos olvidarlo todo y seguir actuando como nos han enseñado, para acabar siendo esclav@s del engranaje no muy diferentes a nuestros antecesores o tomar una actitud positiva y comenzar a intentar cambiar cosas, dentro y fuera de nosotr@s mism@s.
Un paso muy importante en esto es el cambio interno en tu propia vida, pues este viejo sistema, a lo largo de tantos siglos ha tenido tiempo de poder controlar, inculcar en los nuevos individuos y sacar provecho de todas y cada una de las acciones que realizamos en él.
Intentar (aunque conseguirlo del todo sea difícil e imposible).
Salir de esta gran maquinaria de muerte y sufrimiento no es sólo pasar de la moda a la hora de vestir, cosa en la que la mayoría de la gente supuestamente rebelde se queda. El tiempo "libre", la salud, la dieta, la vivienda, el trabajo, el consumo, y otras facetas de la vida controladas por el sistema, para convertirnos en "nuev@s diosecill@s" que sigan despreciando a sus compañer@s de la misma o de distinta especie por tener 4 patas; la piel oscura o diferente sexo, y que a su vez aceptan esa misma humillación por parte de sus presuntos superiores como algo perteneciente a un orden natural de las cosas.
Para poder ser más libres debemos pensar en el efecto y la causa de todas y cada una de nuestras acciones.
Nuestro tiempo de ocio, el que se suele llamar libre, es aprovechado por el sistema para lavarnos la mente con los medios de "comunicación" o para hacernos gastar el dinero que luego tendremos que volver a ganar (para volver a gastarlo), trabajando para él. Todo ello mientras se nos ofrecen múltiples variedades de productos innecesarios o de sustancias que nos hacen sentir placer temporalmente anulando nuestra mente, y destruyendo nuestra salud.
Se nos ofrecen múltiples variedades de productos innecesarios o de sustancias que nos hacen sentir placer temporalmente anulando nuestra mente.
Para que así, tras un tiempo y enferm@s debamos depender de la medicina oficial mientras aumenta el control (sanitario) sobre nuestras vidas.
Nuestra dieta es un reflejo (y en estos últimos tiempos una caricatura) de la que tenían nuestros antecesores (otro error heredado). Hoy pocas cosas no llevan conservantes, aromatizantes, antioxidantes u otras mierdas cancerígenas, con colesterol, etc.... Pero esto no es lo peor siguiendo con nuestra creencia de ser superiores criamos desde hace milenios animales para comerlos, creando razas de seres esclavos que se hallan indefensos ante su propia muerte. Esto se ha potenciado este último siglo por el negocio que supone la venta de carne en los países desarrollados.
Pero aún hay más, no sólo matamos animales no humanos cuando comemos carne, sino que hay gente en el tercer mundo, que vivirían meses con el grano y los vegetales que utilizamos para engordar a nuestras víctimas.
Hay gente en el tercer mundo, que vivirían meses con el grano y los vegetales que utilizamos para engordar a nuestras víctimas.
A esto habría que sumar la deforestación, sobre todo del tercer mundo, de grandes áreas boscosas que han sido y son arrasadas todos los años para crear pastos temporales (ya que al poco tiempo la erosión deja estéril la tierra) para producir carne masivamente a precios reducidos que es consumida en los países ricos en hamburgueserías, restaurantes y demás, mientras en las zonas productoras de esa carne el hambre es potenciada por la deforestación.
Comer carne es echar carne al depósito del sistema.
En este sistema hay que pagar por el espacio en que vives, te diviertes o simplemente estás, y por casi todo lo demás (pocas cosas legales son realmente gratuitas).
El concepto de supremacía ha llevado al hombre a creerse dueño del mundo y por tanto a venderlo y comprarlo.
El concepto de supremacía otra vez, ha llevado al hombre a creerse dueño del mundo y por tanto a venderlo y comprarlo. Pagamos por todo, compramos y vendemos pensando que somos dueñ@s de algo a lo que en realidad pertenecemos.
La tierra no es del hombre, el hombre es de la tierra como el resto de los seres.
En este concepto erróneo de posesión de la tierra se basa el sistema para fomentar la especulación, haciendo que un@s trabajen y se "enganchen al carro" como esclavos para poder pagar un pequeño espacio donde vivir (o sobrevivir) mientras otr@s acumulan ese dinero para volver a invertirlo en otra serie de negocios que hundan aún más al resto de los seres humanos o no, incluid@s ell@s mism@s (ya se sabe la relación entre l@s ejecutiv@s agresiv@s y los infartos).
A toda esta lista de miserias se pueden añadir otros mecanismos que el sistema utiliza para seguir adelante: impuestos, explotación laboral, sexual, infantil, educación, religión, etc...
Si estás viv@, demuéstralo ¡¡ Haz algo !!
Extraído del Zine Anti-toxic #0.
No hay comentarios:
Publicar un comentario